Inspectores municipales robaron varios objetos de los carritos eloteros ubicados en el Callejón de Iturbide para luego salir corriendo

Luego de varios días de paz y a pesar de los anuncios realizados por las autoridades de Comercio del Ayuntamiento de San Luis Potosí, la tarde de este lunes 2 de septiembre se registró un nuevo conato de enfrentamiento entre inspectores de la Unidad de Gestión del Centro Histórico y ambulantes ubicados en el Callejón de Iturbide, en la demarcación de la Plaza del Carmen, a quienes intentaron desalojar de la zona argumentando la falta de permisos para trabajar.

Los afectados opusieron resistencia generando importantes momentos de tensión pues los inspectores insistían en que era necesaria su salida de la zona ya que no contaban con la documentación en regla a lo que los comerciantes respondían que ya existía un acuerdo con distintas áreas municipales para instalarse en ese espacio y realizar sus actividades de manera regular.

En el acto, los comerciantes reprochaban a los inspectores la manera violenta en cómo llegaban a ejercer un supuesto mandato pues, según se pudo documentar, los representantes de la autoridad arribaron al lugar y comenzaron a tomar varios objetos de los carritos eloteros o de botanas para luego salir corriendo.

“Eso que hacen es un robo, no actúan con apego a la ley, no avisa, llegan y usan la violencia” reprochaban los comerciantes informales.

Tras varios momentos de jaloneo y de discusiones acaloradas, los ambulantes y los inspectores parecieron llegaron a un acuerdo por lo que, paulatinamente, se fue restableciendo el orden a pesar de que varios de los ambulantes vieron afectado su patrimonio al desaparecer algunos de los productos que comercializan.

Este nuevo intento de desalojo se da en medio de importantes polémica luego de que se denunciara en repetidas ocasiones el provecho y beneficio personal que algunos inspectores estarían sacando de algunos comercios de este tipo en donde, según diversas versiones, consumen sin costo alguno a cambio de brindarles una especie de protección o de no molestarlos con los operativos ni la reubicación.