La entrega del Informe en San Lázaro, entre reclamos contra la 4T y Muñoz Ledo

Con una pancarta en la que se leía: “Democracia sí, autoritarismo no” y en medio de gritos de “espurio” en contra del presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, llegó al Palacio Legislativo el primer informe de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.

La lucha por la Mesa Directiva en San Lázaro y la permanencia de Muñoz Ledo por cinco días más con miras a mantenerse en la presidencia de la Cámara tensó la entrega del informe de gobierno y el inicio del periodo ordinario de sesiones.

 

A las 17:00 horas, senadores y diputados de todas las bancadas se mezclaron en el recinto legislativo para la sesión del congreso general de la apertura del primer periodo de sesiones del segundo año de la actual legislatura. El quórum fue de 351 diputados y 73 senadores.

 

En el pleno de sesiones, Porfirio Muñoz Ledo tocó la campana para dar inicio a los trabajos, pero de inmediato fue abucheado por los panistas, molestos porque en la víspera les fue negado el lugar en la Mesa Directiva que aseguran les correspondía de acuerdo con la Ley Orgánica del Congreso, al ser la segunda mayoría en la Cámara baja.

 

“¡Espurio, espurio, espurio!”, le gritaron diputados y legisladores apenas tomó la palabra. No lo dejaron hablar, pero Muñoz Ledo se impuso con una voz débil: “Se abre la sesión”.

 

Hubo una tregua a la hora del himno nacional, pero después se escucharon gritos de “eeeeespurio”, emulando el insulto popular en los estadios de futbol.

 

“¡El espurio es Calderón!”, respondieron los legisladores de Morena, PT y Partido Encuentro Social (PES).

 

A los gritos de los morenistas de “¡quieren moche, quieren moche!”, los panistas respondían “¡queremos medicinas, queremos medicinas!”.

 

La senadora panista Xóchitl Gálvez se colocó detrás de Muñoz Ledo y sacó un letrero que decía: “Porfirio ¿Díaz o Muñoz Ledo?”.

 

En tanto, las diputadas del PAN Lizbeth Mata, Josefina Salazar y Ana Paola López Birlain se plantaron debajo de la tribuna y durante toda la sesión desplegaron la manta con la leyenda “Democracia Sí. Autoritarismo No”.

 

La pancarta colocada por la panista Xóchitl Gálvez detrás de Porfirio Muñoz Ledo. Foto: Eduardo Miranda

El protocolo no cambió

 

A las 17:30 horas, Muñoz Ledo y la presidenta de la Mesa Directiva del Senado, Mónica Fernández, se dirigieron al Salón de Protocolo del edificio C para recibir el informe de López Obrador de manos de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, como lo establece la ley luego de la reforma al artículo 69 constitucional en el sexenio de Calderón para que el Ejecutivo no esté obligado a presentar el informe ante el poder Legislativo.

 

“Enrique Peña Nieto no quiso cambiar el marco constitucional porque igual que a Calderón le resultaba más cómodo reunirse el 2 de septiembre en Palacio Nacional con sus invitados. Y yo lamento que el compañero presidente haya hecho esta reunión en Palacio Nacional, porque tiene toda la autoridad moral, toda la autoridad política”, criticó el diputado del Partido del Trabajo, Gerardo Fernández Noroña.

 

Legisladores de oposición le aplaudieron, pero él los llamó “hipócritas”.

 

“El único espurio que ha pisado este recinto es Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa “, les respondió a los panistas.

 

Cuando los tomos del informe de gobierno de López Obrador llegaron al salón de plenos los diputados panistas los voltearon de cabeza en el lugar de la Mesa Directiva.

 

En su intervención, el senador sin grupo parlamentario Emilio Álvarez Icaza también lamentó que López Obrador haya optado “por un formato como el de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto” para su primer informe.

 

“Esperemos tenerlo el año que viene aquí, para tener un diálogo democrático entre los poderes”, dijo.