Nepotismo y corrupción

LIC. JALIL CHALITA ZARUR:

Durante los últimos años en diferentes tonos y muy diferentes publicaciones se ha dicho que el problema del desarrollo político, económico y en mucho el aspecto social, está ligado a la corrupción, ya que por ejemplo analistas internacionales han asegurado que para abrir un negocio en México se tiene que destinar necesariamente aproximadamente entre 15 y el 20% de la inversión a dádivas, propinas o mordidas, sino el expediente de quien desea establecer un negocio ya sea comercial, de servicios o de producción, tiene que ir aportando diversas cantidades, de lo contrario, su trámite se estanca, se complica y le hacen regresar al origen de la tramitología infinidad de veces; además de que si no es obsequioso con empleados y funcionarios públicos, una vez instalado le harán la vida imposible a su negocio con inspecciones, revisiones, supervisiones, en muchas ocasiones hasta quebrarlo.

Esto que hoy  comento no es nuevo y es la principal traba tanto para inversionistas locales como extranjeros.

Esto solamente es una faceta  de la llamada corrupción en México.

Pero este sistema de corrupción tiene su engranaje más poderoso en el nepotismo en los tres niveles de gobierno, para poder “cerrar la tijera” en este gran negocio se necesita de cómplices incondicionales. Y para ello está la familia, además las “ganancias” quedan en el mismo círculo lo mismo que la información verbal y documental.

Así  en cuanto pudiera surgir algún indicio de investigación para eso están los parientes incrustados en toda la administración pública, para esconder lo que no quiera que se vea y para dar “el pitazo” a tiempo y “arreglar” lo que sea necesario.

Pero también la ambición hace que trasciendan a los trienios y sexenios, familiares cercanos o lejanos a presidencias municipales y gubernaturas para “taparse los unos a los otros” y poder seguir ejerciendo a plenitud la corrupción que ha sido el gran cáncer de los gobiernos de México. Por casualidad ¿sabe usted de algún caso de estos?.